.
- Julieta Lomeli
- 18 oct 2022
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 17 sept 2024
Naufrago en el desierto costero de mis piernas
siendo palabras áridas las fecundas de mi bosque;
vocal tras consonante viajan hasta mi selva
el prado favorito de tus labios.
Mordaces incisivos prenden lentamente cada uno de mis frutos.
Qué más da si no dejas cerezas en mi huerto,
o si te comes todas las hojas de mis ramas
O si abandonas mi árbol desnudo en busca de un manzano
encontrando un nuevo edén estepario.
La naturaleza nos clava en frondosidad y centro,
después todo se sumerge entre fluidos y frutales
Aunque busques un océano y encuentres un naranjo,
te será imposible huir de mis delirios matinales.
Comentarios